VATICANO,
El Consejo de Supervisión del Instituto de Obras de Religión (IOR), conocido como Banco Vaticano, aprobó por unanimidad el balance del ejercicio de 2019.
Según se desprende de los datos del balance, en el ejercicio de 2019 se han gestionado 5.100 millones de euros en depósitos de clientes, de los que 3.400 millones de euros corresponden a la gestión y custodia de valores.
Se ha obtenido un beneficio neto de 38 millones de euros como resultado del proceso de inversión basado en el riesgo y coherente con la ética católica aplicada a la gestión de sus activos.
El patrimonio al 31 de diciembre de 2019 era de 630,3 millones de euros al neto de la distribución de beneficios. Además, el IOR mantuvo un alto nivel de liquidez con un índice de cobertura de liquidez (LCR) del 443% y un índice de financiación (NSFR) estable del 1008%.
Teniendo en cuenta que el valor de los depósitos gestionados en el ejercicio de 2018 fue de 5.000 millones de euros, y el beneficio obtenido de las inversiones en ese ejercicio fue de 17,5 millones, el IOR ha experimentado un crecimiento, el primero desde el año 2012.
Según se indica en un comunicado de prensa difundido por el IOR, estos datos "evidencia la solidez y elevada calidad de los datos financieros del IOR (nivel de patrimonio y de liquidez) y su conformidad con los más elevados estándares internacionales".