El Obispo de Davenport, Iowa (Estados Unidos), Mons. Thomas Zinkula, envió una carta al jefe de seguridad local para pedir la liberación de tres inmigrantes guatemaltecos "no violentos" detenidos por presunta condición ilegal.
Según los medios locales, el 4 de marzo José Cerillo y sus cuñados Jacinto Cuyuch-Brito y Juan Daniel Cuyuch-Brito fueron arrestados en una redada de inmigrantes de Cedar Rapids, acusados de poseer documentos de trabajo falsos o de ingresar ilegalmente al país.
En una conferencia de prensa el 6 de mayo en Cedar Rapids, Juana, la esposa de José, señaló que el 4 de marzo los agentes del orden llamaron a la puerta de su apartamento poco antes de las 7 a.m. Según The Catholic Messenger, los agentes rompieron la puerta y registraron su ropa y contactos telefónicos. La mujer dijo que los agentes la interrogaron durante más de dos horas.
En la conferencia de prensa, Juana afirmó que estaba preocupada por su esposo, detenido en la cárcel del condado de Linn, pues sabe que hay al menos dos casos confirmados de coronavirus en el centro penitenciario y José tiene una afección cardíaca grave, condición que lo hace más propenso a sufrir complicaciones graves o fatales por el COVID-19.
"Solo estamos aquí para trabajar. Venimos aquí porque tenemos que hacerlo, por necesidad", dijo Juana, según el Registro de Des Moines. "Si uno de nosotros adquiere la enfermedad y terminamos muriendo, no podremos volver a vernos", añadió.
Rosa, la esposa de Jacinto Cuyuch-Brito, también está luchando con la ausencia de su esposo. Ella y su bebé, que en el momento del arresto tenía solo dos meses de nacido, se mudaron a la Casa Católica de Trabajadores local, pues sin su esposo ya no pueden pagar el alquiler de su vivienda.