Las iglesias y catedrales católicas en varias ciudades de Estados Unidos fueron dañadas por las protestas y disturbios que ocurrieron por la muerte de George Floyd, un hombre afroamericano asesinado por un oficial de policía el 25 de mayo.
Entre los edificios dañados se encuentran iglesias en California, Minnesota, Nueva York, Kentucky, Texas y Colorado, como la Basílica de la Inmaculada Concepción en Denver, que sufrió daños permanentes.
Los manifestantes atacaron la Catedral de Denver durante el fin de semana. El edificio de la iglesia y la rectoría fueron pintados con frases como "pedófilos", "Dios está muerto", "no hay Dios", y símbolos antipolíticos, anarquistas y antirreligiosos.
Las entradas que rodean la catedral resultaron dañadas y el gas lacrimógeno, que se usó para dispersar las protestas, se filtró en la rectoría. Además, según los informes, las puertas del templo deberán ser reemplazadas.
La Catedral de San Patricio en la ciudad de New York fue vandalizada con varios graffitis, que incluyen blasfemias y frases como "sin justicia, sin paz", "BLM" (Black Lives Matter) "NYPDK". El nombre de George Floyd también estaba escrito en las escaleras fuera de la iglesia.
En el centro de Dallas, la capilla de Saint Jude fue severamente dañada por las piedras que lanzaron los manifestantes durante la noche del viernes, donde tres ventanas fueron destruidas.