VATICANO,
El Papa Francisco invitó a mirar la Iglesia "como la mira el Espíritu Santo", y no "como la mira el mundo".
Durante la Misa celebrada este domingo 31 de mayo en la Basílica de San Pedro del Vaticano por la Solemnidad de Pentecostés, rechazó que la Iglesia se divida en "derechas e izquierdas", en "conservadores y progresistas". Atribuyó esas divisiones a una visión mundana de la Iglesia y subrayó que, por medio del Espíritu Santo, "somos hijos de Dios".
El Pontífice centró su homilía en la dicotomía "diversidad-unidad", y explicó que "San Pablo insiste en juntar dos palabras que parecen contraponerse. Quiere indicarnos que el Espíritu Santo es la unidad que reúne a la diversidad; y que la Iglesia nació así: nosotros, diversos, unidos por el Espíritu Santo".
El Pontífice destacó la diversidad de origen y cultural de los apóstoles: "muchos de ellos eran gente sencilla, pescadores, acostumbrados a vivir del trabajo de sus propias manos, pero estaba también Mateo, un instruido recaudador de impuestos".
Por lo tanto, entre los apóstoles elegidos por Jesús "había orígenes y contextos sociales diferentes, nombres hebreos y nombres griegos, caracteres mansos y otros impetuosos, así como puntos de vista y sensibilidades distintas".
Ante esa diversidad de los apóstoles "Jesús no los cambió, no los uniformó y para convertirlos en ejemplares producidos en serie".