La Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) rechazó la "corrupción" del país develada por recientes escándalos y aseguró que esto pone "en peligro la vida y la salud" de las personas.
Tras dos meses de decretar cuarentena obligatoria, el Gobierno interino de Jeanine Áñez debe hacer frente a las preocupantes cifras que entrega la Universidad de Johns Hopkins, de 8.387 contagiados por COVID-19 y 293 fallecidos.
A lo anterior se suman las distintas movilizaciones sociales que piden la suspensión del confinamiento por la falta de alimentos; los escándalos de corrupción y la polémica por la inminente realización de las elecciones generales.
En ese escenario, Mons. Aurelio Pesoa, secretario general de la CEB, leyó un mensaje el 28 de mayo que expresa la preocupación de los obispos por el "descontrol" en la propagación de la pandemia del coronavirus.
También llamaron a las autoridades "a no actuar con cálculos políticos y crear espacios de diálogo y concertación, como también a todos los bolivianos, a actuar con responsabilidad y evitar toda actitud de confrontación".
"Deploramos y rechazamos la evidente corrupción tan irresponsable e inmoral en la adquisición de ventiladores para salvar la vida de los enfermos", expresaron los obispos en relación al escándalo por la compra de ventiladores mecánicos con sobreprecios que supuestamente habría realizado el ex ministro de Salud Marcelo Navajas.