El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández envió su carta semanal en la que explica la fiesta de Pentecostés que se celebra este domingo 31 de mayo y subrayó que en ella "celebramos la venida del Espíritu Santo, que brota del corazón traspasado de Cristo en la cruz y resucitado" y ese corazón es "como una ventana abierta de par en par por donde Dios se acerca hasta nosotros y por donde nosotros nos acercamos a Dios".
Según precisa, la fiesta de Pentecostés es "una de las tres grandes fiestas del año litúrgico católico, una de las tres Pascuas del año" junto a la Pascua de Resurrección y la pascua del nacimiento de Jesús, la Navidad.
"Pascua significa el paso de Dios por nuestra vida, en nuestra historia, en nuestra experiencia. Un paso de Dios que quiere divinizarnos, acercarnos más a él, hacernos partícipes de su divinidad", explica el Obispo.
Por eso destacó que "en Pentecostés celebramos la venida del Espíritu Santo, que brota del corazón traspasado de Cristo en la cruz y resucitado. Ese corazón es como una ventana abierta de par en par por donde Dios se acerca hasta nosotros y por donde nosotros nos acercamos a Dios".
Mons. Fernández destaca que es "un corazón que ha sido taladrado por nuestros pecados y nos hemos encontrado con la gran sorpresa de un amor desbordante, que perdona, un corazón lleno de misericordia, que invita constantemente al arrepentimiento para entrar en comunión con Él".
"El Espíritu Santo es el aliento permanente de esta comunidad fundada por Jesucristo, es el alma de la Iglesia. El Espíritu Santo rejuvenece continuamente a la Iglesia, la embellece con sus dones y gracias, la presenta renovada y engalanada como una novia para su esposo, Jesucristo", asegura el Prelado.