El Cardenal Joseph Zen Ze-kiun, Obispo Emérito de Hong Kong, alertó que las nuevas medidas de seguridad que China aprobó para esa región amenazan la libertad religiosa y otras libertades de los ciudadanos.
The Washington Post informó que la Asamblea Popular Nacional de China aprobó el 28 de mayo una resolución para imponer nuevas "medidas de seguridad" en Hong Kong que reconocen como delito lo que consideren "interferencia extranjera", actividades de secesión o subversión del estado de poder. Las normas también permiten que las fuerzas de seguridad chinas operen en la ciudad.
En entrevista concedida a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, el Cardenal Zen dijo que le preocupa que las nuevas normas subviertan la libertad religiosa que disfrutan actualmente los creyentes en Hong Kong, algo que no sucede en China continental donde los cristianos son perseguidos por las autoridades.
"No hay nada bueno que esperar. Hong Kong ya está completamente bajo control. Dependemos de China incluso para el agua y la comida, pero nos ponemos en las manos de Dios", dijo el Purpurado el 27 de mayo.
Hong Kong es una región administrativa especial de China, lo que quiere decir que tiene su propio gobierno pero está bajo control chino. Fue una colonia británica hasta 1997 cuando fue devuelta a China bajo el principio de "un país y dos sistemas", lo que le permitió tener su propia legislatura y sistema económico.
La apertura de Hong Kong para con el resto del mundo, su transparencia en los negocios y la regulación bancaria, en contraste con China continental, la han convertido en un centro de negocios y finanzas internacionales.