Los salesianos en Bogotá (Colombia), suman fuerzas para alimentar a las familias vulnerables de los niños y jóvenes del oratorio que dirigen, durante el aislamiento social decretado por la pandemia del coronavirus.
Debido a las medidas de aislamiento social decretadas por el Gobierno de Colombia a fines de marzo y extendidas hasta junio para contener el coronavirus, muchas familias viven en situación de pobreza, pues han perdido sus trabajos o no pueden laborar, porque dependen de oficios informales y formales que requieren presencia física como son: ser obreros, vendedores ambulantes, personal de limpieza, entre otros.
De cara a esta realidad, el personal docente del Colegio Salesiano León XIII, exalumnos, los padres de familia y el Centro Divino Niño sumaron fuerzas y entregaron mercados; es decir, productos de primera necesidad, a las familias de los niños del oratorio "San Francisco de Sales" que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad, para que puedan alimentarse durante la pandemia.
En declaraciones a ACI Prensa, Marcos Chero, docente peruano del Colegio Salesiano León XIII y líder de la iniciativa, señaló que el oratorio San Francisco de Sales está ubicado en un sector popular, el barrio de Las Cruces, que hace más de entre 20 y 30 años era uno de los barrios más peligrosos de Bogotá, donde había mucha delincuencia, prostitución, por lo cual en el oratorio "tenemos jóvenes que se han dedicado a la delincuencia…al consumo [de drogas]".
Con el apoyo de las Damas Salesianas, desde hace 13 años el oratorio brinda formación académica y espiritual bajo los valores católicos a entre 80 a 120 niños y también realizan talleres de educación familiar y ocupacionales a sus padres y madres, que por lo general son recicladores y vendedores ambulantes y suelen vivir "del día a día" en hogares humildes ubicados en el barrio y en los "cerros aledaños".
Para Chero, algunas familias del oratorio pudieron hacer frente a la crisis económica provocada por la pandemia con los recursos que tenían durante la primera semana; sin embargo, luego se enfrentaron a una situación más crítica en la que requerían de ayuda externa para cubrir sus necesidades básicas, en especial de alimentación.