Solidaridad en Roma no se detiene: Así son los desayunos en Santa María en Trastevere

Al referirse a las medidas adoptadas para detener más contagios del coronavirus, Mons. Marco describió que "los desayunos se distribuyen en una zona externa, delante a la iglesia. Los voluntarios llevan mascarillas, guantes, se encuentran separados por la distancia requerida y no se forman pequeños grupos".

"Además de los desayunos, existe una red de personas de la Comunidad de San Egidio que distribuye alimentos en diferentes partes de la ciudad. Por ejemplo, cerca de la zona de San Pedro, cerca de las estaciones de trenes tiburtina y termini, y otras zonas de la ciudad, son alrededor de 20 diferentes lugares", indicó.

En esta línea, Mons. Gnavi destacó que durante este tiempo de confinamiento "otros voluntarios también han entregado alimentos y medicinas a domicilio a ancianos y enfermos, y un equipo de médicos está realizando consultas telemáticas". 

Por último, Mons. Marco subrayó que esta red de solidaridad de la Comunidad de San Egidio "distribuye alimentos por la calle a alrededor de 2.000 personas, excluida la parroquia".

Por su parte, Massimiliano Signifredi, de la Comunidad de San Egidio, dijo a ACI Prensa que durante estos meses "no han cambiado, sino que ya que algunos voluntarios no están yendo, han aumentado la distribución de alimentos en la calle, con más prudencia" y añadió que además de alimentos "distribuyen gel antibacterial y mascarillas hechas en casa".

En este sentido, Signifredi recordó también que coordinan el funcionamiento de tres lugares para 69 personas sin techo: en la iglesia de San Calixto (15 personas), en una pequeña villa localizada cerca del hospital Gemelli (20 personas) y en el palazzo Migliore (24 personas).

Por ello, Massimiliano Signifredi explicó que durante el tiempo que las personas no podían participar en la Misa, la Comunidad San Egidio realizó una oración online a distancia, en diferentes idiomas, para las personas solas, ancianas, enfermas"

"Para nosotros que continuamos ayudando a los pobres, la oración es el verdadero alimento espiritual. Existe el riesgo de pensar solo en sí mismo y la oración nos ayuda a mirar más allá de nosotros. Rezar juntos nos ayuda a estar juntos y a mirar el futuro juntos", afirmó.

Finalmente, Signifredi recordó que esta red solidaria "se construyó en Roma con el tiempo hace más de 50 años, para ir hacia los lugares pobres, las estaciones periféricas, los lugares aislados" y en esta labor solidaria los "ayudan también sacerdotes y religiosos de diferentes congregaciones".