LONDRES,
Los futuros seminaristas deberían recibir una "formación absolutamente sólida" en el ministerio hospitalario, afirmó un sacerdote que trabaja como capellán en un hospital con pacientes de coronavirus COVID-19.
El P. Joe McNerney, que trabaja a tiempo completo en un centro médico de la Diócesis de Portsmouth (Inglaterra), dijo que antes de la crisis del COVID-19 la capellanía de atención médica era un ministerio a veces marginado.
"Creo que ahora estamos viendo la importancia absoluta de la capellanía en el hospital y cuán esencial es un ministerio, no solo durante este tiempo, sino incluso cuando esto pase, y que las personas en su capacitación en el seminario tengan una base absolutamente sólida como parte de su formación", dijo el sacerdote a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI–.
El P. McNerney, que ha trabajado en hospitales desde 1997, dijo que "toda la forma de hacer la capellanía ha cambiado enormemente" desde la pandemia.
Llevando medidas preventivas estrictas los capellanes se centran en estar junto a los pacientes "durante este tiempo muy, muy angustiante para ellos", explicó.
"Piensas en estos pacientes y especialmente en los que están en las salas de COVID, donde lo único que ven son ojos. Todo lo demás está cubierto. Te das cuenta de cuánto te comunicas a través de tus expresiones faciales quién eres: La sonrisa, el brillo en tus ojos. Cualquier cosa para hacerles saber que te importan como persona. No eres un clínico que solo quiere entrar y hacer algo. Es lo mismo también para los médicos y las enfermeras. Están encontrando esa lucha porque es muy difícil comunicarse", cuenta el presbítero.