La primera iglesia construida en La Habana tras la implantación del comunismo está dedicada a San Juan Pablo II. Se encuentra en las afueras de la capital y es construcción muy discreta, a pesar de la dificultades que atraviesan para su construcción, la pequeña comunidad católica no desiste en su empeño de sacarla adelante y hacer realidad el sueño de tener un templo en el que reunirse.
Ricardo Mínguez es un fiel católico del barrio periférico de Reparto Antonio Guiteras, en La Habana (Cuba). Se emociona cuando recuerda las penurias y sufrimientos que ha pasado la comunidad católica allí.
Han tenido que esperar más de 25 años y, según explica a la Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), muchos de los que comenzaron esta aventura "se han ido del país o ya no están entre nosotros".
Esta comunidad católic nació en 1993, en el patio trasero de una casa particular del Reparto Antonio Guiteras, situado a las afueras de La Habana, cuenta con un centenar de personas en uno de los barrios que más ha crecido después de la revolución cubana y que cuenta con 30.000 habitantes.
En esa zona, a unos 8 kilómetros de la capital se está construyendo el sueño de Ricardo: Un templo donde la comunidad pueda reunirse. Ésta será la primera iglesia en La Habana, y la segunda en todo el país, construida en un terreno cedido por el Estado después de la revolución de 1959.
Esta iglesia está dedicada a san Juan Pablo II, que con su viaje a Cuba en 1998 marcó un antes y un después en la situación de la Iglesia en la nación caribeña y en las relaciones entre el Vaticano y La Habana.