VATICANO,
El Papa Francisco rechazó la religiosidad rígida, la religiosidad de prescripciones que elimina la libertad del Espíritu Santo y la gratuidad de la resurrección de Cristo, provocando turbación en los fieles.
Así lo señaló el Pontífice durante la Misa celebrada este viernes 15 de mayo en Casa Santa Marta, donde explicó que al principio del cristianismo había tiempos de paz y tiempos de persecución, y también tiempos de turbación.
Esa turbación estaba causada por actitudes rígidas por parte de algunos cristianos, actitudes que llevan a los apóstoles a escribir la carta que figura en la Primera Lectura, del Libro de los Hechos de los Apóstoles.
En ella, los apóstoles escriben a cristianos que procedían del paganismo: "Hemos sabido que algunos de nosotros, sin haber recibido ningún encargo, han venido a turbaros con discursos que han trastornado vuestros ánimos".
"Estos cristianos", explicó el Pontífice, "que provenían de entre los paganos, habían creído en Jesucristo y recibido el bautismo. Estaban felices. Habían recibido el Espíritu Santo. Del paganismo al cristianismo, sin ninguna etapa intermedia".
Sin embargo, entre los cristianos procedentes del judaísmo, estaban los que se llamaban "judaizantes", que defendían que los convertidos procedentes del paganismo debían hacerse judíos como paso intermedio antes de ser cristianos.