Joseph Pronechen del National Catholic Register explica, en un artículo publicado este 13 de mayo, la estrecha relación que existe entre la Virgen de Fátima, la Eucaristía y la devoción eucarística.
"Cuando Nuestra Señora de Fátima se apareció hace más de un siglo en Portugal, dio lecciones vitales sobre el Santísimo Sacramento, además de su consistente llamado a rezar el Rosario todos los días", escribe.
"Por lo tanto, no es coincidencia que la fecha de la primera aparición en Fátima el 13 de mayo, sea la fiesta también de Nuestra Señora del Santísimo Sacramento", llamada así por primera vez por San Pedro Julián, fundador de la Congregación del Santísimo Sacramento, el 13 de mayo de 1856.
Sor Lucía dos Santos, la vidente que más tiempo vivió, recuerda en sus memorias que ella y sus primos, los santos Francisco y Jacinta Marto, reconocieron en la aparición que Dios "era la luz" y se arrodillaron mientras repetían en sus corazones "¡Oh Santísima Trinidad, te adoro! ¡Mi Dios, mi Dios, te amo en el Santísimo Sacramento!".
John Preiss, presidente del Apostolado Familiar de Fátima, comenta al respecto que "la Madre de Dios estaba atrayendo a sus hijos a adorar al Señor en la Santa Eucaristía, ya que nuestra madre celestial, María, quiere llevar a todos sus hijos más cerca del Corazón Eucarístico de Jesús, nuestro alimento para la vida eterna".
Preiss recuerda además que San Francisco Marto pasaba horas ante el Santísimo a quien llamaba "el Jesús escondido", a quien "rezaba por la conversión de los pecadores y por los enfermos".