En los Estados Unidos, la Casa Blanca consultó con cuatro obispos católicos que han reincorporado a las Misas públicas, debido a que el Gobierno considera emitir pautas para la reapertura segura de iglesias y servicios religiosos durante la pandemia de coronavirus.
Múltiples fuentes confirmaron a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que funcionarios del Consejo de Política Nacional de la Casa Blanca y los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) realizaron una serie de conferencias telefónicas con obispos de tres estados el martes y miércoles.
Los obispos de Las Cruces (Nuevo México), Lubbock (Texas), y Billings-Great Falls y Helena (Montana), hablaron con funcionarios gubernamentales que solicitaron comentarios sobre la reanudación del ministerio público por parte de las diócesis, pero alineadas con las órdenes estatales de salud pública.
La iniciativa provino de la Casa Blanca, indicaron fuentes familiarizadas con los diálogos a CNA.
Durante las llamadas del martes y miércoles se describieron varias políticas implementadas en las diferentes diócesis, incluidas medidas adicionales para mantener el distanciamiento social dentro y fuera, y para la distribución de la Comunión. Los funcionarios también subrayaron ante los obispos la ambición del Gobierno de reabrir los templos cuando se pueda hacer de forma segura.
El 15 de abril, la Diócesis de Las Cruces emitió pautas que estipulaban que las Misas podían reanudarse tanto al aire libre como dentro de los edificios de la iglesia y cumplir con los requisitos estatales sobre distanciamiento social. La Diócesis de Lubbock distribuyó sus propias directrices el 22 de abril, incluidas las disposiciones para restablecer el acceso a la Comunión.