Los católicos recuerdan a los sacerdotes asesinados en Dachau (Alemania), luego de 75 años que el ejército de los Estados Unidos llegó al campo de concentración, considerado como "el cementerio de sacerdotes más grande del mundo", y logró su liberación.
El 29 de abril, Polonia conmemora el Día del martirio del clero polaco, que recuerda a los cientos de sacerdotes y religiosos asesinados en Dachau y en otras partes del mundo.
En un mensaje por la conmemoración de este día, el obispo de Kalisz (Polonia), Mons. Edward Janiak, señaló que el 22 de abril de 1945, una semana antes que el ejército llegará a Dachau, los sacerdotes y monjes prisioneros se consagraron a San José, por temor a que los guardias planearan asesinarlos antes de huir por el avance de los Aliados.
Ellos prometieron que, si se salvaban, harían una peregrinación anual al Santuario de San José en Kalisz (Polonia).
Dos horas antes que los mataran en el campamento, conocido como "el cementerio de sacerdotes más grande del mundo", llegó una pequeña unidad de patrulla del Ejército de los Estados Unidos y logró rescatarlos.
"Todo sucedió inesperadamente, dos horas antes de la liquidación del campo y varias horas antes del ataque contra KL (Konzentrationslager, o campo de concentración) Dachau planeado por el comando estadounidense, los prisioneros consideraron la liberación del campo como una gracia especial recibida de Dios por la intercesión de San José de Kalisz", escribió Mons. Janiak.