VATICANO,
El Papa Francisco afirmó, durante la Misa celebrada este viernes 24 de abril en la Casa Santa Marta, que el poder del pastor es el servicio. El apóstol de Cristo, el obispo, el sacerdote, no tiene más poder que el servicio al pueblo de Dios, y cuando busca otro poder "se equivoca, arruina su vocación".
El Santo Padre señaló que no es lo mismo ser un pastor que se un "gestor de empresas pastorales". "La estructura no hace pastoral", advirtió. En cambio, "el corazón de un pastor es el que hace la pastoral". Ese corazón de pastor es el que Jesús trataba de enseñar a sus apóstoles.
En el Evangelio de este día se narra cómo, después de una intensa predicación, Jesús se retira con los apóstoles a una zona apartada a orillas del mar de Galilea para descansar y celebrar la Pascua.
Pero, como describió el Papa en su homilía, "la agente se da cuenta de adónde se dirigen por la trayectoria que seguían en el mar, y dieron la vuelta por tierra y les esperaron en el lugar al que se dirigían".
"Los apóstoles", señaló el Papa, "no estaban felices porque la gente les había arruinado la Pascua. Ya no podían hacer esa fiesta con el Señor".
Al ver a la multitud congregada, "Jesús empezó a enseñar. Los apóstoles escuchaban, luego hablaban entre ellos. Pasaban las horas, y Jesús hablaba, y la gente feliz y los apóstoles decían: 'Nuestra fiesta ha quedado arruinada, nuestro descanso, arruinado'".