VATICANO,
Al dirigir su tradicional mensaje anual al cuerpo diplomático acreditado en la Santa Sede, el Papa Juan Pablo II aseguró que el mundo necesita una paz que se construya en el amor, el respeto y sobre todo la fe.
En el discurso que pronunció en la Sala Regia, el Pontífice repasó la situación de los países que atraviesan especiales momentos de violencia y guerra.
El Santo Padre señaló que la Navidad “ha hecho resonar una vez más el mensaje siempre nuevo de Belén: '¡Paz a los hombres que ama el Señor!'. Este mensaje llega a nosotros este año mientras tantos pueblos se enfrentan todavía con las repercusiones de los conflictos armados y la pobreza, son víctimas de injusticias atroces o de epidemias difíciles de superar".
Ayuda para IrakTambién tuvo palabras especiales para Medio Oriente e Irak y pidió “que la comunidad internacional ayude a los iraquíes, libres del régimen que les oprimía, para que estén en condiciones de volver a tomar las riendas de su país, consolidar la soberanía, decidir democráticamente un sistema político y económico conforme a sus aspiraciones para que Irak vuelva a ser un miembro fiable de la comunidad internacional".
Asimismo, se refirió al “problema irresuelto entre israelíes y palestinos”. “La elección de las armas, el recurso, por una parte al terrorismo y por otra a las represalias, la humillación del adversario, la propaganda que promueve el odio, no llevan a ninguna parte. Sólo el respeto de las aspiraciones legítimas de unos y otros, el regreso a la mesa de negociaciones y el compromiso concreto de la comunidad internacional pueden desembocar en el comienzo de la solución", señaló.