Clive Anderson es un católico originario de Irlanda y dueño de la funeraria Pellham en Nueva York. Con la actual pandemia de coronavirus su trabajo ha crecido exponencialmente y la gran cantidad de muertos se presenta como una misión durísima que afronta con mucha fe, por lo que "nunca le decimos no a nadie".
"Mi filosofía es que nunca digo no. Nunca le decimos no a nadie y no puedo decir no. ¿Cómo le puedes decir no a alguien que ha perdido a un ser querido, a su hijo, a su abuelo? Es inhumano decir no", comenta Clive en entrevista concedida a EWTN News Nightly.
Anderson relata que ahora en la ciudad de Nueva York hay aproximadamente 700 muertos cada día. Esta situación se agrava considerando que no puede haber Misas de exequias ni las ceremonias religiosas, y además las familias deben conformarse con una despedida rápida en las funerarias para ir luego al cementerio, donde ahora suele haber una fila de coches fúnebres esperando su turno.
Por otro lado, las morgues y los hospitales están llenos y muchos cuerpos están en camiones frigoríficos. Además, los crematorios no se dan abasto y toma hasta mes y medio programar una cremación, cuando en condiciones normales se podía coordinar en 24 horas.
De los más de 34 mil muertos en el país, el estado de Nueva York tiene más de 16 mil.
"Esto es mil veces peor de lo que esperaba. Nunca ni en mis peores sueños imaginé ver algo como esto" y "nunca he visto algo así y espero no volver a verlo alguna vez", dijo Anderson a EWTN.