PARIS,
Un año después del incendio que destruyó gran parte del techo y la aguja de la Catedral de Notre-Dame de París, un sacerdote francés compartió detalles sobre lo que significa y sigue significando esta joya arquitectónica para los franceses en medio de una crisis mundial.
El P. Pierre Amar dijo a CNA –agencia en inglés del Grupo ACI– que Notre-Dame es "el mismo ejemplo de la belleza suprema", pero que lamentablemente hoy es "una gran víctima quemada".
"Notre-Dame es una gran dama de la historia. Ha vivido siglos, épocas, peligros y guerras. Ha sostenido a la nación en sus horas más oscuras. Cuando vimos las llamas asaltando el marco, todos creímos que toda nuestra historia estaba a punto de ceder. Si hubo tal conmoción, fue porque nuestras raíces fueron atacadas", explicó.
Recordó que la catedral ha tocado y resguardado almas durante 850 años en los que se realizaron dentro de sus paredes oraciones, peticiones y alabanzas.
"La catedral es sobre todo el lugar donde se celebra la Misa", reflexionó.
El Arzobispo de París, Mons. Michel Aupetit, veneró el Viernes Santo la reliquia de la Corona de Espinas dentro de la catedral dañada. "Señor Jesús, hace un año, esta catedral en la que estamos, estaba ardiendo, causando asombro y un ímpetu mundial para su reconstrucción, restauración. Hoy estamos en esta catedral medio derrumbada para decir que la vida sigue ahí", rezó.