VATICANO,
El Papa Francisco afirmó que la Resurrección de Jesús "nos dice que la última palabra no es la muerte, sino la vida" y pidió oración por las mujeres que "cuidan de los demás" y por las que "corren el riesgo de sufrir violencia" en sus casas durante el confinamiento causado por la pandemia del coronavirus, COVID-19.
Así lo indicó el Santo Padre al dirigir este lunes 13 de abril la oración mariana del Regina Coeli desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano en este "Lunes del Ángel".
En el pasaje del Evangelio según San Mateo de la Liturgia del día "se escucha el anuncio alegre de la Resurrección de Cristo", señaló el Papa, quien describió la escena de las Sagradas Escrituras que relata cuando "las mujeres, temerosas, abandonaron con prisa la tumba de Jesús, que encontraron vacía; pero que el mismo Jesús apareció y dijo: 'No tengan miedo; vayan y anuncien a mis hermanos y hermanas que vayan a Galilea: allí me verán'".
"Con estas palabras, el Resucitado confía a las mujeres un mandato misionero hacia los Apóstoles", destacó el Pontífice, quien explicó que este gesto especial era "recompensa" por el "admirable ejemplo de fidelidad, dedicación y amor a Cristo de estas mujeres".
En esta línea, el Santo Padre exhortó a que esta alegre noticia "resuene en nuestros hogares y en nuestros corazones: '¡Cristo, mi esperanza, ha resucitado!' -subrayó- y añadió que "esta certeza refuerza la fe de todo bautizado y anima especialmente a aquellos que se enfrentan a mayores sufrimientos y dificultades".
Por ello, el Papa rezó a la Virgen María quien es "testigo silencioso de la muerte y Resurrección de su Hijo Jesús" para que "nos ayude a creer firmemente en este misterio de salvación que, acogido con fe, puede cambiar nuestras vidas".