SYDNEY,
El Arzobispo de Sydney, Mons. Anthony Fisher, acogió con beneplácito la absolución del Cardenal George Pell, que estuvo en prisión desde diciembre de 2018 por cinco presuntos cargos de abuso sexual, pero que finalmente fueron desestimados por la Corte Suprema de Australia.
El Purpurado fue liberado de prisión el martes 7 de abril después de que se decidió por unanimidad revocar su condena por delitos sexuales contra niños.
Mons. Fisher, que sucedió al Cardenal Pell como Arzobispo de Sydney en 2014, dijo en un comunicado el 7 de abril que "el Cardenal siempre ha mantenido su inocencia y la decisión de hoy confirma que su condena fue errónea. Estoy contento de que el Cardenal sea liberado ahora y pido que cese la persecución que nos trajo a este punto".
"Esto no solo ha sido un juicio del Cardenal Pell, sino también de nuestro sistema legal y cultura. La reivindicación del Cardenal hoy invita a una reflexión más amplia sobre nuestro sistema de justicia, nuestro compromiso con la presunción de inocencia y nuestro tratamiento de figuras de alto perfil acusadas de delitos", agregó.
El Arzobispo reconoció que el abuso clerical había alimentado la ira contra la Iglesia. Dijo que los líderes católicos solo podían restaurar la confianza buscando justicia para los sobrevivientes de abuso y salvaguardando a los vulnerables.
"Algunos lucharán contra la decisión de hoy. Casos como estos pueden reabrir las heridas de los sobrevivientes de abuso para que sientan que también están siendo juzgados. Pero la justicia para las víctimas nunca es servida por la condena injusta y el encarcelamiento de nadie. Espero y rezo para que la finalidad de los procesos legales traiga cierto cierre y curación a todos los afectados", acotó