Luego de pasar más de 14 meses en prisión, el Cardenal George Pell dijo que siempre tuvo la esperanza de que la Corte Suprema de Australia lo absolviera de todos los cargos de abusos sexuales que pesaban sobre él y fuera liberado, como sucedió este 7 de abril.
En entrevista concedida a CNA, agencia en inglés del Grupo ACI, el Cardenal australiano dijo que "estaba mirando la televisión en mi celular cuando dieron la noticia. Primero escuché que me dejaban en libertad y que los cargos se dejaban sin efecto, así que pensé: 'Bueno, eso es muy bueno. Estoy alegre'".
"Claro que no había nadie con quien hablar hasta que llegó mi equipo legal" a la HM Prison Barwon, al suroeste de Melbourne. Sin embargo, "sí escuché alboroto en algún lugar de la cárcel y otros tres reos cerca de mí me dejaron claro que se alegraban conmigo", agregó.
Después de su liberación, el Cardenal pasó la tarde en un lugar tranquilo en Melbourne y comió algo de carne en su primera comida "en libertad", tras más de 400 días injustamente encarcelado.
"Lo que realmente espero es poder celebrar una Misa privada", dijo el Cardenal a CNA. "Ha sido un tiempo largo, así que eso es una gran bendición", agregó.
El Purpurado comentó que el tiempo en la prisión lo vivió como un "largo retiro" y como un tiempo para la reflexión, para escribir, pero sobre todo para la oración.