JERUSALÉN,
Ante la imposibilidad de dirigir la tradicional procesión del Domingo de Ramos, Mons. Pierbattista Pizzaballa, Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, bendijo a la ciudad el 5 de abril con una reliquia de la Vera Cruz, la cruz donde según la tradición murió Cristo en el Monte Calvario.
La procesión anual, que recuerda la entrada de Cristo en la ciudad y el comienzo de la Semana Santa, se canceló en Israel como parte de los esfuerzos internacionales para frenar la propagación del coronavirus COVID-19.
"Decidimos, ya que no podemos tener la procesión de ramos, tener un momento de oración esta tarde", dijo Mons. Pizzaballa el domingo. El Arzobispo dirigió un breve "momento de oración" multilingüe en Dominus Flevit, una iglesia ubicada en el Monte de los Olivos.
La iglesia tiene forma de lágrima y desde ella se puede ver la ciudad. Fue construida para marcar el relato evangélico de Jesús llorando mientras imaginaba la destrucción de Jerusalén.
La liturgia terminó con Mons. Pizzaballa levantando una reliquia de la Vera Cruz para bendecir la ciudad.