Su compromiso con la gente de la calle, ya sean admiradores, críticos, parientes autoproclamados o católicos caídos, también conmovió a Cunningham.
Para Cunningham, más católicos necesitan continuar su legado.
"Es una pena que no haya más personas como él para continuar lo que él hizo en la Iglesia. Creo que el mundo necesita a alguien así", dijo Cunningham.
Sospechó que su tío le tendría este consejo: "Ora a Dios para que cambie el mundo. Mi tío decía 'solo reza, reza, reza'".
Cunningham también relata su vida familiar y su matrimonio con un estudiante de Derecho de Georgetown. Mons. Sheen les dio una copia de su libro sobre el matrimonio "Tres para casarse" y ayudó a los recién casados a encontrar y establecer su nuevo departamento, recurriendo a sus amigos del clero para ayudar a amoblar el lugar.
El libro sobre su tío recibió elogios de Mons. Daniel Jenky, el Obispo de Peoria (Illinois), la ciudad natal de Fulton Sheen.
"Este libro debería ser una lectura esencial para cualquier persona interesada en la vida y el heroico testimonio cristiano de Fulton Sheen. Leer el fascinante relato de Joan sobre la historia de su querido tío brinda un contexto rico sobre la vida inspiradora de este hombre bueno, talentoso y santo", escribió Mons. Jenky en un prólogo del libro.
La Diócesis de Peoria abrió la causa de la canonización de Mons. Sheen en 2002, después de que la Arquidiócesis de Nueva York dijera que no avanzaría con el caso. Mons. Jenky había suspendido la causa de beatificación en septiembre de 2014 con el argumento de que la Santa Sede esperaba que los restos del Arzobispo Sheen estuvieran en la Diócesis de Peoria. Siguió una larga batalla legal, en la que Cunningham se puso del lado de Peoria y Mons. Jenky, debido al trabajo que habían puesto en la causa de la beatificación.
Su beatificación había sido programada para el 21 de diciembre de 2019, pero fue pospuesta solo unas semanas antes a pedido del Obispo de Rochester (Nueva York), Mons. Salvatore Matano.
Al obispo le preocupaba que el nombre de Mons. Sheen pudiera ser citado en investigaciones sobre encubrimiento de sacerdotes abusadores durante los tres años que dirigió la diócesis.
CNA informó en diciembre que la preocupación se centró en el manejo de Mons. Sheen sobre un sacerdote que presuntamente cometió abuso o mala conducta con adultos en West Virginia, y luego regresó a Nueva York.
Cunningham esperaba que el conflicto con la Arquidiócesis de Nueva York pudiera desvanecerse con el tiempo. Expresó su decepción con la cancelación de último minuto y expresó su simpatía con los admiradores de Mons. Sheen que perdieron dinero en reservas de hotel y avión.
También reconoció que no entendía las preocupaciones que detuvieron la beatificación.
"Mi tío había sido investigado muchas veces antes de que Roma lo mirara como un posible candidato (para la beatificación)", agregó Cunningham.
Traducido y adaptado por Diego López Marina. Publicado originalmente en CNA.
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