ROMA,
Los obispos de toda Italia visitaron cementerios la semana pasada para rezar y ofrecer Misa por las almas las 13.915 personas que murieron por coronavirus, de las cuales al menos 87 son sacerdotes.
"Escucha, Señor, el dolor que surge de esta tierra que aún creemos bendecida. Creemos en la muerte en la cruz de tu Hijo Jesús y en su entierro. Cada cruz, cada muerte, cada entierro es redimido del abandono, de la oscuridad, de la nada", dijo el 27 de marzo el Obispo de Bérgamo, Mons. Francesco Beschi, en un cementerio local. En el territorio del Prelado murieron 553 personas en el mes de marzo.
Solo en la Diócesis de Bérgamo 25 sacerdotes diocesanos perdieron la vida después de contraer COVID-19.
"Esta semana fui al cementerio con el deseo de convertirme en una voz de oración y dolor que no tiene oportunidad de expresarse y permanece encerrada no solo en nuestros hogares, sino sobre todo en nuestros corazones. De alguna manera, es como si nuestras ciudades se hubieran convertido en un gran cementerio. Ya no se ve a nadie, pero podemos vernos a través de los medios y las redes sociales, afortunadamente", dijo Mons. Beschi en su homilía a transmitida vía streaming el 29 de marzo.
Italia ha entrado en su cuarta semana de bloqueo nacional obligatorio. El 1 de abril, el primer ministro Giuseppe Conte anunció que el plazo de cuarentena del país se extendió hasta el 13 de abril, pero señaló que el cierre no terminará hasta que "la curva disminuya".
Según el Ministerio de Salud italiano hay más de 115.000 casos documentados de coronavirus en el país y 13.915 muertes hasta el 2 de abril.