BELFAST,
Mientras que la permisiva ley de aborto del Parlamento del Reino Unido entra en vigencia en Irlanda del Norte, los líderes provida criticaron fuertemente dicha legislación y señalaron que la crisis del coronavirus hace eco de la necesidad de proteger la vida de los más vulnerables.
"Todo bebé nonato importa independientemente de su edad o capacidad, sexo o antecedentes. Él o ella tiene derecho a ser protegido en una comunidad donde todos pertenecen y merecen nuestro respeto", dijeron los obispos católicos de Irlanda del Norte el 31 de marzo, día en que entró en vigor la nueva ley que permitirá el aborto hasta las 12 semanas de embarazo.
"Toda mujer que se enfrenta a un embarazo no planificado también es importante. Ella tiene derecho a ser atendida dentro de una comunidad donde está protegida de cualquier presión para abortar a su bebé", añadieron.
Los obispos subrayan que "a medida que el número de muertes causadas por el coronavirus continúa aumentando, los periodistas frecuentemente nos recuerdan que detrás de las estadísticas hay personas reales" y que "sus vidas importan independientemente de su edad o capacidad, género o antecedentes".
"En ese contexto, estamos tristes y consternados por la decisión del Gobierno de introducir regulaciones extremas para la prestación de servicios de aborto en Irlanda del Norte", indicaron.
Anteriormente, las leyes de Irlanda del Norte solo permitían el aborto en casos en los que la vida de una mujer estuviera en riesgo o ante un riesgo permanente o grave para su salud mental o física.