Es tradición que todos los años los católicos reciban la bendición de sus palmas durante la Misa del Domingo de Ramos, celebrada para conmemorar la llegada de Cristo a Jerusalén e iniciar la Semana Santa. Sin embargo, debido a la pandemia mundial del coronavirus y la cuarentena, la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos anunció cambios excepcionales que han generado iniciativas novedosas por parte de religiosos y fieles.
El decreto, publicado el 25 de marzo, establece que se celebren los ritos de Semana Santa y el Triduo Pascual sin la presencia física del pueblo y "en un lugar adecuado, evitando la concelebración y omitiendo el saludo de paz". Además, que se cambien las fechas de las "expresiones de piedad popular y las procesiones" a "otras más convenientes" a juicio del obispo diocesano, como "el 14 y 15 de septiembre".
Por ello, en el Domingo Ramos, a celebrarse este año el 5 de abril, los fieles solo podrán participar de la Misa y ritos desde sus casas y a través de los medios de comunicación. Estas disposiciones hicieron que algunos católicos en Maine (Estados Unidos), se sientan alentados a adoptar una práctica devocional que sustituya las palmas tradicionales, por ramas de pino.
"Desafortunadamente, no bendeciremos ninguna palma en la celebración de este año, porque no podremos procesarlas con ellas, ni podemos distribuirlas para que se pueda poner las palmas bendecidas en su hogar después de la misa", dijo el P Louis Phillips de la Diócesis de Portland.
En lugar de ello, el P. Phillips sugirió a los feligreses de sus tres parroquias que salgan, respetando la distancia adecuada, y corten una pequeña rama de pino y la coloquen detrás de un crucifijo.
El P. Phillips llamó a la idea "Domingo de pino", y está alentando a los católicos en la parroquia de St. Anne en Gorham, la parroquia de San Antonio de Padua en Westbrook y la Virgen del Perpetuo Socorro en Windham.