En un reciente artículo, el National Catholic Register dio a conocer el coraje y la convicción con la que trabaja la Congregación de las Hermanitas de los Pobres en favor de sus residentes, ancianos y enfermos, a medida que el coronavirus COVID-19 se propaga por todo el mundo.
"Las Hermanitas de los Pobres han cuidado a sus residentes ancianos y enfermos durante dos guerras mundiales, la pandemia de gripe española, la Gran Depresión y numerosos desastres naturales", indica la introducción del artículo publicado el 30 de marzo, y luego añade que las religiosas hoy "están llevando a la vanguardia en la lucha para proteger a los más expuestos al virus".
La hermana Constance Veit, que pertenece a la congregación hace más de 30 años y se encuentra en una de las 25 casas de las Hermanitas en los Estados Unidos, dijo al Register que "una de las piezas más desafiantes de esto [coronavirus] es que es una situación en constante cambio".
"Puedes pensar que tienes las cosas bajo control, y luego se amplifica, y lo que podrías haber arreglado para una tarde a la mañana siguiente tiene que cambiarse nuevamente a medida que la situación se vuelve más grave", indicó.
Los expertos han advertido que los ancianos corren un mayor riesgo que los jóvenes de morir por COVID-19. Y algunos de los primeros pacientes estadounidenses que dieron positivo fueron residentes en un centro de enfermería en Kirkland, Washington. Cuando los resultados de sus pruebas volvieron el 28 de febrero, Estados Unidos aún no había confirmado una sola muerte atribuida al virus.
Actualmente, a pesar de las regulaciones y protocolos más estrictos que rigen la vida cotidiana en hogares de ancianos, el virus se ha cobrado la vida en varias residencias, incluidas las de las Hermanitas de los Pobres. Los residentes y las Hermanitas en Estados Unidos, Francia y España han contraído el virus y varios residentes han muerto, confirmó la orden.