El Arzobispo de Guayaquil (Ecuador), Mons. Luis Cabrera Herrera, aclaró lo que sucedió con un sacerdote fallecido cuyo cadáver permaneció tres días en su parroquia; y alentó a la solidaridad con alimentos y medicinas ante la emergencia por el coronavirus COVID19.
El 30 de marzo el diario Expreso publicó una nota sobre la muerte del P. Carlos Quinde, párroco de San Antonio de Padua en la zona de Urdesa Norte en Guayaquil, indicando que el presbítero murió el sábado 28 y que su cadáver permanecía aún en la iglesia, lo que preocupaba a sus feligreses.
Según el diario, aunque un familiar del sacerdote dijo que este habría muerto de un infarto, "también tiene dudas respecto a si el religioso contrajo o no coronavirus. Esto, porque de acuerdo a un familiar, antes de su deceso tenía síntomas de la enfermedad".
En declaraciones a ACI Prensa este 31 de marzo, el Arzobispo de Guayaquil señaló que "el asunto ha sido distorsionado. El Padre Carlos falleció y hemos investigado. El informe médico señala que no es esa la causa de la enfermedad y no hay prueba de que haya muerto por coronavirus".
El Prelado dijo que, a pesar de no tener la certeza de que el sacerdote haya muerto por coronavirus, "quisimos cremarlo. Hicimos todo el trámite con la junta de beneficencia, pero alguno de sus familiares se opuso y contrató a la funeraria Jardines de la Esperanza, y por eso el cadáver estuvo ahí hasta que el cementerio pudo hacerse cargo".
La demora, indicó, se debió a "la cantidad de fallecidos que hay" por distinta razones, no solo por coronavirus.