En su meditación ante una Plaza de San Pedro vacía y en medio de la lluvia, el Papa Francisco afirmó, antes dar la bendición Urbi et Orbi, que la fe libera del miedo y da esperanza, especialmente ahora en medio de la epidemia del coronavirus COVID19.
Así lo indicó el Santo Padre en el momento extraordinario de oración que presidió este viernes 27 de marzo, en el que dio la bendición Urbi et Orbi (a Roma y el mundo) con el Santísimo Sacramento, otorgando además la posibilidad de obtener la indulgencia plenaria.
"En su Cruz hemos sido salvados para hospedar la esperanza y dejar que sea ella quien fortalezca y sostenga todas las medidas y caminos posibles que nos ayuden a cuidarnos y a cuidar. Abrazar al Señor para abrazar la esperanza. Esta es la fuerza de la fe, que libera del miedo y da esperanza", dijo el Pontífice en su meditación tras la lectura del pasaje del Evangelio de Marcos en el que Jesús calma a la tempestad.
El Papa destacó que "al igual que los discípulos, experimentaremos que, con Él (Jesús) a bordo, no se naufraga. Porque esta es la fuerza de Dios: convertir en algo bueno todo lo que nos sucede, incluso lo malo. Él trae serenidad en nuestras tormentas, porque con Dios la vida nunca muere".
"El Señor nos interpela y, en medio de nuestra tormenta, nos invita a despertar y a activar esa solidaridad y esperanza capaz de dar solidez, contención y sentido a estas horas donde todo parece naufragar".
El Señor, que estaba dormido, "se despierta para despertar y avivar nuestra fe pascual. Tenemos un ancla: en su Cruz hemos sido salvados. Tenemos un timón: en su Cruz hemos sido rescatados. Tenemos una esperanza: en su Cruz hemos sido sanados y abrazados para que nadie ni nada nos separe de su amor redentor".