VATICANO,
En la Misa celebrada en la Casa Santa Marta este 27 de marzo, el Papa Francisco advirtió que detrás de toda obstinación se encuentra el diablo, por lo que animó a no discutir ante las habladurías, sino a imitar la actitud que tuvo Jesús en la Cruz: callar.
"En el momento de la obstinación se pueden hacer solamente dos cosas. Discutir con esa gente no es posible, porque tienen ideas fijas, sus ideas que el diablo ha sembrado en el corazón... ¿Qué se puede hacer? Lo que ha hecho Jesús: callar", explicó el Papa.
En esta línea, el Santo Padre reconoció que impresiona leer en el Evangelio cuando "delante a todas esas acusaciones, Jesús callaba" y añadió que "delante al espíritu de obstinación solamente el silencio. Nunca las justificaciones. Nunca. Jesús ha hablado. ha explicado, cuando ha entendido que no existían palabras, el silencio. Y Jesús ha hecho su pasión. El silencio del justo delante a la obstinación", recomendó el Pontífice.
"Esto es válido también, llamémosle así, para las `pequeñas obstinaciones' cotidianas: cuando alguno de nosotros siente que existe una habladuría contra de él y se dicen las cosas y después no surge nada… Estar callado, silencio, y padecer, tolerar, la obstinación de las habladurías. Las habladurías son una obstinación también, una obstinación social, en la sociedad, en el barrio, en el lugar de trabajo… es una obstinación para destruir al otro, porque se ve que el otro molesta", alertó.
Al comentar las lecturas de la liturgia del día, el Papa Francisco destacó que es una profecía de lo que ocurriría después, "parece una descripción histórica de lo que sucedió después: "si eres el Hijo de Dios baja…" y después las acciones: "sometámosle al ultraje y al tormento para conocer su temple y probar su entereza. Condenémosle a una muerte afrentosa, pues, según él, Dios le visitará".