MADRID,
El Cardenal Antonio María Rouco, Arzobispo de Madrid, visitó a los internos de la Cárcel de Soto del Real y celebró una Eucaristía en la que pidió a todos aprender a vivir el amor a pesar de las circunstancias difíciles.
Durante la visita que se ha convertido en una tradición en estas fechas cercanas a la Navidad, el Cardenal Rouco celebró la Eucaristía con los internos y el personal de la prisión.
En su homilía, recordó a los presentes cómo la Navidad es una fiesta para todos, “una ocasión y un tiempo de luz”, pues viene al mundo el Salvador, aquel que nos da la vida.
Explicó cómo el Señor, cuyo nacimiento recordamos, “se hace presente en medio de todos nosotros” a través de la Eucaristía. “Él nos da la vida, y es en el momento de la Resurrección cuando la vida triunfa sobre la muerte y nos da la salvación verdadera”, agregó el Purpurado madrieño.
El Cardenal reconoció que aunque existen “muchos factores que pueden condicionar nuestra vida” –como la dura condición de la privación de la libertad-, “el factor esencial es siempre nuestra relación con Dios”. “Dependemos de la voluntad de Dios y de nuestra respuesta a la voluntad de Dios”, agregó.
Finalmente, el Arzobispo de Madrid recordó la importancia de vivir el mandamiento del amor, “un mandamiento que el hombre debería cumplir desde el principio de su vida, amar al prójimo como a sí mismo”. “El Señor nos enseña a amar, como él nos amó, hasta el punto de dar la vida”, concluyó.