VATICANO,
En el Calendario Litúrgico del Rito Romano se celebra este miércoles 25 de marzo la Solemnidad de la Anunciación del Señor, sin embargo, en el Calendario del Rito Hispano-Mozárabe se celebra el 18 de diciembre.
Mientras que en el Rito Romano, mayoritario en la Iglesia Católica, la fecha de la Anunciación tiene un nexo directo con la Navidad, dado que del 25 de marzo al 25 de diciembre hay nueve meses, en este venerable Rito, que todavía hoy se celebra en la Catedral Primada de Toledo y en otros lugares de España, se celebra la Anunciación el 18 de diciembre, justo 8 días antes de la Natividad del Señor (25 de diciembre).
Hemos de destacar también la nomenclatura usada para dicha solemnidad. Hasta el Concilio Vaticano II, en el Calendario Romano, la celebración del 25 de marzo tenía el nombre de "Anunciación de María", mientras que la reforma conciliar, matizando su carácter cristológico, la denominó tal como hoy la conocemos: "Anunciación del Señor". Este carácter mariano sí queda patente en el Rito Toledano que la llama: "Solemnidad de Santa María".
En declaraciones a ACI Prensa, don Salvador Aguilera López, sacerdote de la Archidiócesis de Toledo, experto en liturgia hispano-mozárabe y en liturgias orientales, explica que "el X Concilio de Toledo, celebrado en el año 656, establecía en su canon sexto que la Concepción del Verbo no se puede celebrar dignamente en Cuaresma o en Pascua".
El motivo es que se trata de un tiempo en el que "no se celebran los natalicios de los santos". Así, este Concilio toledano estableció que "se santifique ocho días antes del día en el que nació el Señor la fiesta más célebre y esclarecida de su Madre", es decir, "la Encarnación del Verbo". Por tanto, en el Rito Hispano-Mozárabe esta solemnidad "se encuentra dentro del Adviento, tiempo litúrgico que consta de seis semanas, igual que en el rito Ambrosiano".
Las oraciones de esta solemnidad subrayan el nexo que hay entre el Hijo de Dios y la Madre de Dios: "Alcemos nuestros ojos al cielo para ver la gloria de nuestro Salvador: cómo ensalza a la Virgen para que le conciba, cómo premia a la Madre cuando lo da a luz". A continuación, dice que María presenta a Jesucristo "como hijo y como don al mismo tiempo".