El Papa Francisco aceptó la renuncia de Mons. Marcello Romano, de 54 años de edad, al cargo de Obispo de Araçuaí, en el estado brasileño de Minas Gerais, quien padece de diabetes y que desea cuidar también su salud psicológica.
En un pronunciamiento publicado en el sitio web de la Diócesis de Araçuaí, el Prelado indicó que "en los últimos meses" percibió "la necesidad de cuidar más de su salud física (diabetes) y psicológica, y también buscar una profundización mayor en la vida espiritual".
Mons. Romano precisó que esta "dolorosa decisión" la tomó tras un tiempo de "maduración en la dirección espiritual, entre preces y lágrimas".
El Obispo agradeció la oportunidad de servir a la diócesis durante ocho años y a Dios "por hacerme percibir mis muchas limitaciones y experimentar la pequeñez que me habita, algo muy humano, creo".
Ahora, como Obispo Emérito, el Prelado dijo que seguirá rezando por la diócesis y sus miembros. "En este tiempo quiero estar más cerca del pueblo de Dios, en las comunidades, visitando a las familias, llevando consuelo a los dolientes, atendiendo confesiones, acogiendo y aconsejando a quien lo necesite, con la alegría del Evangelio, con la proximidad y la misericordia samaritanas", dijo.
"Vamos a rezar por el próximo obispo de la diócesis de Araçuaí. Que él tenga el corazón de Jesús Buen Pastor, y pueda corresponder mejor a los anhelos de este pueblo querido. Que este pastoreo sea acogido y apoyado de verdad", concluyó.