Los sacerdotes Javier, Salvador y David son tres capellanes del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca (España) encargados de ofrecer apoyo espiritual, consejo y escucha a los enfermos, sus familiares y a todo el personal sanitario que lo solicitan en estos duros momentos.
Según explican desde la Diócesis de Cuenca, "en circunstancias normales el capellán puede pasar por las habitaciones a presentarse, hablar y ofrecer sus servicios espirituales", sin embargo, la situación hoy es muy distinta "a causa de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus, ahora deben ser los familiares quienes avisen a los sacerdotes".
Desde el Obispado de Cuenca han hecho un llamamiento a los familiares para que avisen a los capellanes y así puedan acompañar, asistir y ayudar a sus seres queridos en estos duros momentos, ya que una parte de la tragedia de esta enfermedad es el aislamiento estricto que exige, la falta de contacto con la familia.
Sin embargo el P. David precisa que " los sacerdotes sí podemos entrar para dar un sacramento si lo pide el enfermo o en su caso la familia si él no está en condiciones de hacerlo".
También precisan que cuando el sacerdote recibe la petición del enfermo de ser visitado, se toman todas las precauciones y medidas necesarias según la zona del hospital que vayan a visitar y de esta manera asiste al enfermo en lo que sea necesario, a veces con una visita, otras confesando o también para impartiendo la unción de enfermos.
Los capellanes también destacan que están al servicio de los familiares y de todo el persona el sanitario que "en estos días especialmente están ofreciendo lo mejor de ellos sintiendo en muchas ocasiones impotencia, cansancio y desánimo".