El presidente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), Mons. Oscar Ojea, manifestó que la pandemia del coronavirus COVID-19 debe mirarse también como una "oportunidad" para "crecer como personas y comunidad".
Desde el 20 al 31 de marzo los argentinos deberán permanecer en sus casas y limitar sus salidas a la compra de alimentos y medicamentos. Todo esto con el fin de evitar nuevos contagios por el COVID-19 que hasta el momento lleva 128 casos y tres fallecidos.
El anuncio, que se suma al cierre de las fronteras, dado a conocer la noche del 19 de marzo por el presidente de Argentina, Alberto Fernández, contempla solo la apertura de supermercados, pequeños negocios, la industria alimentaria, farmacéutica, petrolera y periodística.
En una Misa realizada el 17 de marzo para pedir por los afectados por el virus y sus familias, Mons. Ojea recordó que el aislamiento en casa debe ser una actitud obligatoria por parte de la ciudadanía porque el "cuidado y la responsabilidad personal" es "la mejor manera de cuidar a los demás".
"La responsabilidad y el cuidado se oponen al miedo y al pánico. El miedo nos lleva a ocuparnos solo de nosotros mismos, a no pensar en los demás, a tener actitudes antisociales; el cuidado y la responsabilidad que parten del respeto y la delicadeza para con el hermano nos llevan a la solidaridad, al amor y al servicio", aseguró.
En ese sentido, "la clave es ver esta crisis como una oportunidad. Nos encontramos ante un serio desafío. Todo desafío tiene de un lado una amenaza que tenemos que tener en cuenta pero también lleva oculto la posibilidad de crecer como personas y como comunidad", consideró.