VATICANO,
La Congregación para el Culto Divino emitió este jueves 19 de marzo un decreto para marcar las pautas de celebración del Triduo Pascual y la Misa Crismal en aquellos países que padecen restricciones debido a la lucha contra la pandemia de coronavirus COVID 19.
"En el difícil tiempo que estamos viviendo a causa de la pandemia del COVID-19, considerando el impedimento para celebrar la liturgia comunitariamente en la iglesia según lo indicado por los obispos para los territorios para su jurisdicción, han llegado a esta Congregación peticiones concernientes a las próximas fiestas pascuales. En este sentido, se ofrecen indicaciones generales y algunas sugerencias a los obispos", empieza el decreto firmado por el prefecto, Cardenal Robert Sarah.
El decreto establece que se mantiene la celebración del Triduo Pascual y de la Pascua, las celebraciones pueden seguirse de forma telemática, pero siempre en directo, y se suspende el lavatorio de pies y la procesión con el Santísimo Sacramento del Jueves Santo, así como que se suspende el fuego y la procesión en el inicio de la vigilia pascual.
Además, también ofrece la posibilidad de trasladar las procesiones de Semana Santa, y otras expresiones de piedad popular a otras fechas, y propone en concreto el 14 de septiembre, fiesta de la Exaltación de la Cruz; y 15 de septiembre, memoria de Nuestra Señora de los Dolores.
En el decreto se explica que la Pascua, "corazón del año litúrgico", "no puede ser trasladada" porque "no es una fiesta como las demás", sino que se "celebra durante tres días, el Triduo Pascual, precedida por la Cuaresma y coronada por Pentecostés".
En cuanto a la Misa Crismal, el obispo, "valorando el caso concreto en los diversos países, tiene la facultad para posponerla a una fecha posterior".