Con motivo del aniversario 180° aniversario del natalicio de Santo Cura Brochero, conmemorado ayer 16 de marzo, el Obispo de Cruz del Eje (Argentina), Mons. Ricardo Araya, destacó la vida espiritual que llevó el santo los últimos días de su vida cuando padeció lepra y ceguera.
La Misa se realizó a puertas cerradas desde el santuario dedicado al santo en Villa Brochero, y fue transmitido por radio y por internet.
"El Santo Cura Brochero supo del cólera en Córdoba y conoció lo que era la lepra muy cerca de este santuario. Aquí, en este lugar, experimentó fuertemente la soledad", dijo Mons. Araya.
En uno de sus escritos de octubre de 1913 el Santo Cura Brochero describió que "es un grandísimo favor el que me ha hecho Dios nuestro Señor, me da la ocupación de buscar mi fin y de orar por los hombres pasados, por los presentes y por los que han de venir hasta el fin del mundo'", citó el Obispo.
"Esto dice un hombre santo que pasó la vida buscando a Dios y que en la soledad de la lepra y de la ceguera lo buscaba hasta el extremo, lo buscaba hasta el fin, enteramente, en cuerpo y alma. Como diría él mismo, lo buscaba rumiando la palabra de Jesús, día y noche; lo buscaba desgranando rosarios", expresó Mons. Araya.
En ese sentido, "la soledad de Brochero estaba llena de búsqueda de Dios, llena de la Palabra de Jesús. Era una soledad vivida en la cercanía materna de la Virgen María. Estaba solo y no dejaba de buscar y de orar. Una soledad llena de Dios y por esto mismo, una soledad llena de hermanos y de hermanas de todos los tiempos. Una soledad colmada de intercesión".