VATICANO,
En la Misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta este 17 de marzo, el Papa Francisco pidió rezar especialmente por los ancianos que sufren la pandemia del coronavirus COVID-19 con soledad y miedo y exhortó a perdonar siempre porque "para entrar en el cielo debemos perdonar".
"Quisiera que hoy rezáramos por los ancianos que sufren este momento en modo especial: con una soledad interna muy grande, en ocasiones con tanto miedo. Recemos al Señor para que sea cercano a nuestros abuelos, a nuestras abuelas, a todos los ancianos que les dé fuerza. Ellos nos han dado la sabiduría, la vida, la historia, también nosotros seamos cercanos a ellos con la oración", pidió el Papa antes de iniciar la Santa Misa.
En su homilía, el Pontífice reflexionó en el pasaje del Evangelio de San Mateo (18, 21-35) en el cual Jesús hace una catequesis sobre la unidad, la amistad, la paz entre los hermanos cuando el apóstol Pedro preguntó qué se tiene que hacer ante la ofensa de una persona y cuántas veces se tiene que perdonar, pregunta a la que Cristo respondió setenta veces siete "que significaba siempre".
"Siempre se debe perdonar y no es fácil perdonar, porque nuestro corazón egoísta está siempre pegado al odio, a las venganzas, a los rencores", reconoció Francisco quien recordó a las "familias destruidas por los odios" que pasan de generación en generación: "Hermanos que delante al ataúd de uno de los padres no se saludan porque cargan rencores viejos".
"Parece que es más fuerte el apegarse al odio que al amor, y este es el tesoro del diablo, digamos así, ¿no?, él se esconde siempre entre nuestros rencores, entre nuestros odios, y los hace crecer, los mantiene allí, para destruir, destruir todo", adviritó.
En esta línea, el Santo Padre remarcó que "Dios no ha venido para condenar, sino para perdonar. Es Dios que es capaz de hacer fiesta por un pecador que se acerca y olvida todo. Cuando Dios nos perdona olvida todo el mal que hemos hecho".