VATICANO,
Al igual que la samaritana, el Papa Francisco invitó a los cristianos a pedir a Jesús el "agua viva", el don del Espíritu Santo que hace confesar que Él "es verdaderamente el salvador del mundo".
El Pontífice realizó esta enseñanza durante el rezo del Ángelus este Tercer Domingo de Cuaresma 15 de marzo, celebrado a puerta cerrada en la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano.
El Papa explicó que "el fragmento evangélico de este Tercer Domingo de Cuaresma presenta el encuentro de Jesús con una mujer samaritana. Él está en camino con sus discípulos y hacen una parada en un pazo, en Samaría. Los samaritanos eran considerados herejes por los judíos, eran muy despreciados. Casi como ciudadanos de segunda".
"Jesús está cansado, tiene sed", señaló Francisco. Mientras descansa, "llega una mujer a sacar agua y Él le pide: 'Dame de beber'. Así, rompiendo toda barrera, comienza un diálogo en el cual desvela a aquella mujer el misterio del agua viva, es decir, el Espíritu Santo, un don de Dios".
De hecho, "ante la reacción de sorpresa de la mujer, Jesús responde: 'Si tú conocieses el don de Dios y quién es aquel que te dice, 'dame de beber', tú le habrías pedido a él que te diese el agua viva'".
"En el centro de este diálogo está el agua. Por un lado, el agua como elemento esencial, para vivir, que apaga la sed del cuerpo y que sostiene la vida. Por otro lado, el agua como símbolo de la gracia divina, que da la vida eterna".