El Arzobispo Metropolitano de Piura y Tumbes (Perú) dispuso directivas y dispensas para hacer frente a la pandemia de coronavirus, como la celebración de más Misas para evitar la aglomeración de personas y posible contagio del COVID-19.
Frente a la pandemia del COVID-19, el Gobierno del Perú ordenó mediante decreto supremo limitar por 90 días las reuniones de todo tipo a no más de 300 personas con la finalidad prevenir el riesgo de contagio.
Ante ello, el Arzobispo de Piura y Tumbes, Mons. José Antonio Eguren Anselmi, dispuso directivas y dispensas para salvaguardar "la salud y el bienestar del Pueblo de Dios que le ha sido confiado", y que tendrán una vigencia de 90 días a partir de la fecha o hasta que el Gobierno peruano disponga lo contrario.
Así, pidió que los sacerdotes ofrezcan más Misas dominicales para no exceder las 300 personas como dispuso el Gobierno, y ordenó que todos los párrocos, rectores de iglesias y capellanes comuniquen los nuevos horarios establecidos y alienten a los fieles a asistir a las Misas.
El Arzobispo señaló que "es consciente que esto implicará un mayor esfuerzo y dedicación de los sacerdotes de la Arquidiócesis, pero el servicio espiritual a nuestro pueblo cristiano nos urge a ello, conscientes que la celebración de la Santa Misa es el don más grande que tenemos en la Iglesia, y que es fuente y cumbre de la vida cristiana".
"En ella [la Santa Misa] encontramos y celebramos el misterio de nuestra salvación, nos alimentamos con la Palabra de Dios, y recibimos el Cuerpo y la Sangre de nuestro Señor Jesucristo, alimento de vida eterna. Más aún, en ella rogamos a Dios por nuestras necesidades, en este caso que libre al Mundo, al Perú, y en especial a Piura y Tumbes, del mal del 'coronavirus' (COVID-19) y de otras enfermedades", añadió.