El Administrador Apostólico del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, tuvo que estar en cuarentena hasta hoy viernes 13 de marzo después de participar en Bari (Italia), en la Asamblea "Mediterráneo frontera de paz" junto a numerosos obispos el pasado enero.
Mons. Pizzaballa fue uno de los muchos obispos católicos de Israel que han pasado el aislamiento preventivo después de haber viajado a Italia.
En entrevista a Vatican News, Mons. Pizzaballa explicó que este tiempo ha sido "una maravillosa oportunidad para rezar más, para quedarme en casa y hacer cosas que se posponen por demasiados compromisos".
"Hace bien desacelerar los ritmos. Pude reflexionar sobre lo que está sucediendo en mi comunidad y madurar aún más el sentimiento de solidaridad hacia las víctimas del terrible virus", aseguró.
También explicó que la pandemia del coronavirus se está viviendo en su diócesis de manera "esquizofrénica" porque mientras que "en Jordania se está viviendo normalmente" y "el desarrollo es regular, con el tradicional Vía Crucis, Misas penitenciales, estaciones cuaresmales en las distintas parroquias", Palestina está "completamente bloqueada por el coronavirus: las iglesias permanecen abiertas sólo para el culto personal, las Misas sólo se permiten a grupos de no más de veinte personas o si se celebran es al aire libre".
"En Israel es algo intermedio, estamos esperando medidas. En Jerusalén comenzamos con las liturgias del Santo Sepulcro que son centrales no sólo en la diócesis de Jerusalén sino también en Galilea, en Nazaret", afirmó.