Una religiosa pidió oraciones por Siria, que este 15 de marzo cumple nueve años de estar sumida en una guerra que ha dejado al país en condiciones aún dramáticas.
Durante estos nueve años de guerra han muerto más de 380 mil personas, mientras que millones han tomado la condición de refugiados y desplazados internos en Siria. Solo desde diciembre más de 300 mil niños han sido desplazados de sus hogares y vecindarios.
Actualmente, el foco de violencia sigue estando en el noreste del país, en la provincia de Idlib, donde las fuerzas del gobierno tratan de quitar la última zona controlada por grupos rebeldes y yihadistas.
Sin embargo, el sufrimiento se extiende a todos los pueblos, como es el caso de Qara, ubicado en la región cristiana de Qalamoun, al oeste de Siria, cerca de la frontera con el Líbano. En este lugar residen las religiosas de la Congregación de Monjas de la Unidad de Antioquía del Monasterio de Mark Yakub.
En declaraciones a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), sor María Lucía Ferreira, conocida como "Hermana Myri" y miembro de la Congregación, señaló que "después de la crisis en el Líbano y las nuevas sanciones impuestas al país, la situación económica es realmente terrible".
"Es horrible, la gente ya no puede comprar nada para comer. Hay personas que sobreviven con pan y agua", señaló sor María. "Me gustaría pedirles que nos acompañen con su oración por estas personas que realmente están en esta situación", agregó.