CARACAS,
Durante un enérgico y elocuente discurso de apertura de la 81º Asamblea Ordinaria de la Conferencia Episcopal Venezolana, Mons. Baltazar Enrique Porras Cardozo, Arzobispo Metropolitano de Mérida y Presidente de la CEV señaló que pese a las presiones y ataques, la Iglesia seguirá impulsando iniciativas que la mantengan presente en la vida pública del país.
Durante su discurso, el Prelado señaló que con ocasión del 25 Aniversario del Documento de Puebla “se hace urgente entre nosotros, pastores y laicos, releer a Puebla para discernir mejor las interpretaciones y propuestas que pretenden cobijarse bajo el nombre de cristianas, cuando son, en realidad, manipulaciones simplistas harto conocidas, lejanas a lo que la Iglesia ha creído y profesado desde siempre”.
En su duro análisis de la realidad venezolana, Mons. Porras señaló que “la sociedad venezolana pretende ser llevada a un proceso de cambios socio-económicos, jurídico-político, culturales y hasta religiosos, autodenominado revolucionario, riesgoso y subversivo de todas las estructuras existentes”.
“Todo ello lleva, peligrosamente, a una polarización ajena a lo que debe ser una democracia integral, abierta al pluralismo de opciones y al respeto de la diferencia y la disidencia. La historia no lejana, propia y ajena, nos recuerda y enseña, que el autoritarismo, teñido de seudolegalidad, demagógico y excluyente, es generador de pobreza, fanatismo y violencia”, agregó.
Mons. Porras reiteró que “en esta difícil coyuntura, la Iglesia toda no debe ni puede quedarse callada, paralizada por una ‘prudencia’ demasiado humana, o amedrentada por los ataques y calumnias”.
“Necesitamos proclamar, a tiempo y a destiempo, la visión cristiana del hombre y trabajar, ante todo por salvaguardar la dignidad humana en todas sus dimensiones y por promover su creciente dignificación, luchando por el bien común como creación de las mejores condiciones posibles para la vida personal, familiar y colectiva,” agregó.