El médico católico José María Simón Castellví señaló que frente a la epidemia del coronavirus, las personas deben reflexionar sobre la vida y centrarse en Cristo, que es la razón y la meta del tiempo en este mundo.
El médico de la Federación Internacional de Asociaciones Médicas Católicas (FIAMC) reflexionó en una nota sobre la repercusión del nuevo coronavirus COVID-19 en la vida de los católicos.
Esta nueva cepa, de origen animal, que se reportó por primera vez en la ciudad de Wuhan (China) y que genera una neumonía fuerte, cuenta actualmente con más de 111 mil infectados, más de tres mil muertos y 62 mil recuperados.
Según informa la Organización Mundial de la Salud (OMS), la enfermedad tiene una tasa de mortalidad del 2% al 4% en China, y del 0.7% fuera del país, siendo las personas vulnerables al virus, las mayores de 80 años o que padecen enfermedades como diabetes, asma o hipertensión.
Simón Castellví señaló que "hay que hacer buena medicina preventiva a la vez que continuar pidiendo ayuda al Cielo", y que la vida no está centrada en una enfermedad o en la crisis económica, sino en Cristo, "quien nos ha creado, salvado".
"La presente epidemia/pandemia nos puede hacer replantear el porqué y el para qué vivimos. No estamos sobre este mundo indefinidamente sino que disponemos de un tiempo limitado de prueba y de adquisición de méritos", señaló el médico.