VATICANO,
El Papa Francisco dirigió el rezo del Ángelus este domingo 8 de marzo en forma insólita, desde la biblioteca y no desde la ventana del Palacio Apostólico como habitualmente lo hace, para cumplir con las disposiciones del Gobierno italiano que piden evitar aglomeraciones y así reducir las posibilidades de contagio del coronavirus.
"Es un poco extraño esta oración del Ángelus de hoy con el Papa 'enjaulado' en la Biblioteca, pero yo los veo, les soy cercano", indicó en forma espontánea el Santo Padre desde la Biblioteca del Palacio Apostólico del Vaticano en transmisión televisiva en vivo.
En esta línea, el Pontífice señaló en forma espontánea que "este modo de hoy de rezar el Ángelus lo hacemos para cumplir las disposiciones preventivas, para evitar pequeñas multitudes de personas, que pueden favorecer la transmisión del virus".
Tras su reflexión del Evangelio del segundo Domingo de Cuaresma que relata el episodio de la Transfiguración de Jesús y después del rezo de la oración mariana, el Santo Padre reiteró su cercanía "con la oración a las personas que sufren por la actual epidemia de coronavirus y a quienes los cuidan".
"Me uno a mis hermanos Obispos en el animar a los fieles a vivir este momento difícil con la fuerza de la fe, la certeza de la esperanza y el fervor de la caridad", añadió el Papa quien alentó para que "que el tiempo de Cuaresma nos ayude a dar a todos un sentido evangélico también a este momento de prueba y de dolor".