Cáritas Europa pidió con urgencia una "reacción humana en la frontera entre Grecia y Turquía" después de la apertura del límite entre ambos países, donde se encuentran miles de refugiados, y "no centrarse solo en controles fronterizos" porque "no son una amenaza a la seguridad" sino personas en situación vulnerable.
Tras los "terribles y desesperados acontecimientos de los últimos días" que ocurrieron después de que Turquía abrió la frontera con Grecia, Cáritas Europa recuerda que "los emigrantes no deben ser vistos como una amenaza a la seguridad; son personas en una situación vulnerable que necesitan nuestra ayuda".
Según ACNUR, 40 mil migrantes se encuentran en campamentos oficiales en las islas griegas, que están diseñados para albergar solo a seis mil personas. Miles más viven en campamentos improvisados, sin acceso a servicios o atención médica.
Según destacan, la frustración aumenta entre la población migrante que queda en el limbo y los isleños, que se sienten abandonados por las autoridades griegas y el resto de Europa, lo que provoca tensiones.
Por eso desde Cáritas Europa se ha hecho un llamamiento a la Unión Europea y a sus estados miembros "a unirse en los principios de dignidad y humanidad para aliviar el sufrimiento de los más vulnerables" y pidieron una reacción "rápida y humana" ante las próximas reuniones extraordinarias del Consejo de Justicia y Asuntos de Interior y de Asuntos Exteriores de la Unión Europea.
Maria Nyman, secretaria general de Cáritas Europa, subrayó que quienes "intentan llegar a Europa en busca de protección deben ser tratadas con dignidad y respeto, y nunca ser saludadas con gases lacrimógenos, armas de fuego u odio. Europa debe defender valores como la humanidad y la solidaridad, que son el núcleo de la fundación de la Unión Europea".