El pasado 2 de marzo se cumplieron nueve años del asesinato de Shahbaz Bhatti, ministro de la Minorías de Pakistán, a manos de islamistas radicales debido a su público rechazo a la ley de la blasfemia y por apoyar la liberación de Asia Bibi.
Durante su encuentro con la prensa en París (Francia) el pasado viernes 28 de febrero, Asia Bibi recordó a Bhatti y aseguró que sintió mucho su pérdida.
"Cuando pienso en él se me llenan los ojos de lágrimas y siendo de corazón su pérdida. Pero siento que él no ha muerto porque quien muere por la verdad y la fe nunca muere"; aseguró ante la prensa.
Asia Bibi explicó en su libro "Por fin libre" que "faltó poco para que renunciara y dejara que la lápida de la tumba se cerrara sobre mí. Cuando supe que habían asesinado al gobernador y al ministro, con poco tiempo de intervalo, sentí la tentación de tirar la toalla".
Por su parte, Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), recordó que Bhatti era un conocido defensor de los derechos humanos en Pakistán, en cuya capital Islamabad fue brutalmente asesinado.
Antes de morir el ministro había escrito su testamento espiritual, en el que explicaba el sufrimiento y la persecución que sufrió por la defensa de los cristianos y otras minorías en Pakistán.