Por otro lado, el Prefecto del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, el Cardenal Peter Turkson, publicó un mensaje con motivo de este Día de las Enfermedades Raras en el que pidió poner el acento en la necesidad de condiciones más justas para las personas afectadas por enfermedades raras.
El Cardenal recordó que en el mundo hay más de 300 millones de personas que padecen algún tipo de patología considerada rara, "un número considerable que no puede ser ignorado y que merece atención".
Señaló que "las enfermedades raras son con frecuencia difíciles de diagnosticar y, la mayoría de las veces, los enfermos afectados por estas patologías y sus familias viven con el estigma, en soledad y con un sentimiento de impotencia".
Estas dificultades se agravan "por la dificultad de tener un tratamiento específico para la patología rara y una asistencia adecuada. Por desgracia, esta situación se agrava en aquellos países en los que el sistema sanitario resulta vulnerable".
Pidió no olvidar "que el derecho fundamental a la salud y al tratamiento se relaciona con el valor de la justicia y que la desigual distribución de recursos económicos, principalmente en países con bajos ingresos, no permite garantizar una justicia sanitaria que tutele la dignidad y la salud de todas las personas, especialmente las más necesitadas y pobres".
También subrayó que "en las enfermedades raras la investigación científica juega un papel fundamental para mejorar la vida de los enfermos, no solo a la hora de identificar la enfermedad y de proporcionar una terapia disponible, sino también a la hora de indicar la asistencia que mejor se adapte".