VATICANO,
El Papa Francisco pidió a los obispos de la zona del Mar Mediterráneo que levanten "las ciudades destruidas por la violencia", que infundan "la esperanza a quienes la han perdido", así como también que alcen la voz para pedir a los gobiernos que "defiendan las minorías y la libertad religiosa".
Así lo indicó el Santo Padre este domingo 23 de febrero durante su visita a la ciudad de Bari con ocasión del encuentro "Mediterráneo frontera de paz" organizado por la Conferencia Episcopal Italiana (CEI) que reunió a 58 obispos procedentes de 20 países.
El Pontífice viajó esta mañana desde el helipuerto vaticano hasta la ciudad italiana de Bari y tras recorrer algunas calles de la ciudad con el papamóvil llegó hasta la Basílica de San Nicolás en donde lo esperaban los cardenales, patriarcas y obispos que participaron desde el 19 de febrero a esta iniciativa, que es el primero de este tipo en la historia.
Tras los discursos del presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), Cardenal Gualtiero Bassetti; el Arzobispo de Vrhbosna y presidente de la Conferencia Episcopal de Bosnia y Herzegovina, Cardenal Vinko Puljić y el Administrador Apostólico "sede vacante" del Patriarcado Latino de Jerusalén, Mons. Pierbattista Pizzaballa, el Santo Padre dirigió un discurso a los presentes.
El Papa Francisco destacó que "el anuncio del Evangelio no puede separarse del compromiso por el bien común y nos empuja a actuar como perseverantes constructores de la paz".
"Esta es la tarea que el Señor les confía para esta amada zona del Mediterráneo: reconstruir los lazos que se han roto, levantar las ciudades destruidas por la violencia, hacer florecer un jardín donde hoy hay terrenos áridos, infundir esperanza a quienes la han perdido y exhortar a los que están encerrados en sí mismos a no temer a su hermano", dijo el Papa.